El título de formación profesional título superior de mediación comunicativa es un FP de grado superior anteriormente denominado FP de lengua de signos. Como todo grado superior de FP exige tener el bachiller o el acceso a la universidad para mayores de 25 años aprobado. Además de los temarios (con la posibilidad de descargarlos), dispone de vídeo-clases, exámenes tipo test y material complementario. También acompañamos a esta formación con un curso de lengua de signos con más de 80 vídeo-clases para que tome soltura de esta lengua. El FP de mediación comunicativa online permite prepararse tanto para el sistema de pruebas libres como para las pruebas presenciales en los institutos sirviendo como material de apoyo. Las principales salidas profesionales de este FP se encuentran en la acompañamiento y traducción a personas con problemas de comunicación bien sea a través de lenguaje Braille o a través de la lengua de signos. El FP de lengua de signos es uno de los más valorados a nivel social.
Tema 7. La evaluación de la competencia social
Las habilidades sociales se enseñan desde la infancia. No obstante, es muy necesario conocer qué habilidades sociales debe adquirir el niño, en función de la etapa evolutiva en la que se encuentra, y realizar una evaluación para poder definir qué tipo de intervención llevar a cabo.
En primer lugar se debe definir la competencia y competencia social.
• Competencia: capacidades y disposiciones para la interpretación y la actuación. Por ejemplo: comunicación lingüística, comunicación matemática, aprender a aprender, conocimiento e interacción con el mundo físico, etc.
Durante los primeros años deben estimularse las competencias sobre las que tendrán lugar el desarrollo de los futuros aprendizajes.
• Competencia social: se les proporcionará destrezas a los niños con el fin de garantizar una futura interacción social positiva.
Cuando se realiza la evaluación hay que tener en cuenta determinados aspectos:
• Déficit de habilidad: el niño carece de determinada habilidad dentro de su repertorio por lo que no la pone en práctica.
En estos casos el educador/a infantil fomentará el aprendizaje creando contextos de interacción (juegos, conversaciones, etc.) y contando con la ayuda del resto de compañeros/as del niño. De forma que cuando ponga en práctica dichas habilidades se responderá con el refuerzo correspondiente.
TÉCNICAS E INSTRUMENTOS
Técnicas:
Existen múltiples formas de observación, aunque en esta etapa, de 0 a 6 años, son más frecuentes la observación natural y la seminatural.
Previo a la aplicación de la técnica, es fundamental definir qué conductas son las que quieren observarse. Por tanto, se definirán y seleccionarán qué indicadores son los que van a emplearse para catalogar dichas conductas, las cuáles deben ser directamente observables, claras y medibles (cuantificables).
Ambas observaciones son complementarias y podrán emplearse ambas en un mismo niño.
Instrumentos:
Los instrumentos principales que se emplean en las técnicas son: entrevista, escalas y cuestionarios, registros de rasgos y anecdóticos, y la sociometría. Puede tratarse de instrumentos estandarizados o instrumentos creados para un contexto específico. Con el fin de recoger la información más relevante, puede emplearse más de un instrumento.
Antes de realizar la entrevista sería conveniente preparar ciertos temas a tratar teniendo en cuenta las conductas que se quieren valorar. Con el niño, podemos establecer preguntas del tipo: “Si un niño de tu clase te quita un juguete ¿qué haces?”. Las preguntas se irán moldeando a medida que avance la entrevista. De forma que obtendremos información acerca de cómo se comporta, de su conciencia acerca de las consecuencias de su conducta, qué actividades son las que le gusta practicar, etc.
Los elementos que favorecen o dificultan la entrevista son:
• Escalas con preguntas abiertas.
• Escalas Likert: puntuación de la afirmación de 1 a 5.
Entre las escalas estimativas destacan:
• The matson evaluation of social skills in youngsters (MESSY) de Matson, Rotatori y Helsel (1983). Evalúa el grado de adecuación de la conducta social. Puede ser cumplimentada por el alumno y el profesor.
• Escala de comportamiento asertivo para niños (CABS) de Michelson, Sugai, Wood y Kazdin (1983).
• Escala de observación para profesores (EOP) de Muñoz, Trianes, Jiménez, Sánchez y García (1996).
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